El SPS permite a las entidades financieras o de servicios públicos y privados ofrecer una alternativa de pago a sus clientes, que puede estar o no integrada con las empresas interbancarias, ampliando la red y reduciendo los costes del proceso de pago.
Con la multiplicación de canales, los bancos tienen ahora todas las condiciones para centralizar los flujos de pagos de servicios nacionales, generando más oportunidades de negocio y mayor comodidad para los clientes.
Pueden hacer que sea fácilmente integrable con los sistemas centrales de otros operadores y proveedores de servicios.
Esta amplia flexibilidad hace del banco el administrador fiduciario de los ingresos de sus clientes, asegurando la gestión de flujos de pagos de servicios sobre la base del cobro de comisiones.
